Cuando un accidente se convierte en una oportunidad para sacar un dinerito extra...
¿Quién no a tenido, o conoce a alguien cercano que haya tenido un accidente de tráfico?… y seamos sinceros, ¿quién no ha conocido a alguien que haya sufrido un accidente o incluso «supuesto accidente» del cual a obtenido un beneficio económico por indemnización a través del seguro por fingir unos daños físicos que no tiene o por magnificar, es decir exagerar unos daños existentes?
La exageración o magnificación de daños físicos para «cobrar o sacar más dinero al seguro», aunque sea algo que esta bastante normalizado en España, sigue siendo un fraude que genera perdidas millonarias a las compañías aseguradoras, repercutiendo también a los precios que el resto de mutualistas honestos pagan, ya que las compañías se ven obligadas a incrementar un porcentaje en las tarifas a todos los asegurados para sufragar esas pérdidas por fraude que generan… esos conocidos que todos tenemos.
Invertir en detectives, muy rentable para aseguradoras...
Cuando es conocido el hecho de que existen perdidas a causa del fraude, básicamente existen dos vías de actuación, la primera, aceptar esas perdidas con el consiguiente efecto llamada que tendrá esa pasividad por parte de la aseguradora sobre los potenciales defraudadores, puesto que se lo toman como barra libre (indemnización para todos), o por el contrario y como segunda opción es invertir en investigación a través de detectives privados para recuperar parte del fraude existente, y su vez, frenar mediante el efecto disuasorio a un porcentaje de futuros y potenciales defraudadores que tuviesen la intención de aprovecharse maliciosamente de la compañía para obtener indemnizaciones que no les pertenecen.
Anualmente, la asociación de entidades de seguros que se constituye en España, ICEA, organiza el «Concurso sectorial de detección de fraudes en seguros», en la cual, en su XXV edición, mostró entre sus cifras, que dependiendo del tipo de estafa y seguro, las compañías aseguradoras pueden llegar a recuperar casi 48 € por cada 1 € invertidos en investigar el fraude… ¿rentable verdad?.